Chávez.

Tiene fama Venezuela de ser un país de grandes recursos naturales, de poseer unos paisajes de belleza espectacular,

de que sus habitantes son cultos y laboriosos y sus mujeres de hermosura simpar.

Una especie de paraíso en la Tierra, pero, siempre hay un pero, gobernada por un loco peligroso de tendencias izquierdistas y anti occidentales,

que prodiga sus favores entre todos los aspirantes a dictadorzuelo comunista en el continente y colabora activamente con países tan poco sospechosos de ser demócratas como Irán o Corea del Norte.
Este peligroso sujeto últimamente parece que ha escogido como blanco de sus iras, de sus mofas y befas a España, y cada día se las ingenia para perpetrar un nuevo ultraje y una nueva ofensa.
Desde hace años este turbio asesino se dedica a proteger a criminales etarras, proporcionándoles un exilio dorado y asistiéndoles con todo tipo de regalías, incluso admitiéndoles como funcionarios de su gobierno. Y así bramaba como un toro y rugía como un tigre cuando hace escasas fechas el juez Eloy Velasco daba a conocer las fluidas relaciones de su gobierno con ETA y las Farc, así como el apoyo y la protección que brinda a ambas organizaciones terroristas.
Ayer mismo tuvo la osadía de detener ilegalmente a un buen número de policías españoles que habían acudido a aquellas tierras para trasladar a España a varios presos de nacionalidad española que cumplián allí condena, y que merced a los convenios bilaterales finalizarán el cumplimiento de sus condenas en las posadas que a tal fin destina Su Majestad. Los agentes españoles pudieron disfrutar de la hospitalidad ofrecida por el ejército venezolano durante casi un día, siéndoles retirados los pasaportes, sin duda para que no tuvieran que cargar con tan pesado documento, que podía causar lesiones de espalda tal sobrepeso añadido.
Resolvióse tan enojoso asunto con el regreso a casa de los agentes con más que confusas explicaciones por parte de ambos desgobiernos, que eso de incomodar a Chávez es tabú para el gran ZP.
No encontrándose plenamente satisfecho con tan grande hazaña, Súper Chávez mandó a un propio a una cadena de televisión estatal a difundir sus amistosos mensajes hacia nuestra nación.
Y de esta manera, el eficiente locutor se dedicó a perorar sobre las virtudes que adornan al jefe del estado español, D. Juan Carlos. Así que le dedicó una interminable serie de adjetivos: borracho, ladrón, jalador... descendiente de una familia enferma y llena de taras genéticas debidas a la endogamia, adúlteros por naturaleza....
De estos hechos tuve noticia sobre las 7 de la mañana. Son las 13,13 hrs. y no he oído que se haya llamado a nuestro embajador a consultas ni se haya emitido ninguna nota de protesta por parte del gobierno.
D. Juan Carlos ya se defenderá él solito y funcionarios y embajadores que alcen su voz defendiendo su buen nombre. Es su problema.
Mi problema es que D. Juan Carlos es el jefe del estado, y por lo tanto, el ofendido no es él personalmente, sino todos los españoles. 
No seré yo quien apruebe la gestión del monarca, todo lo contrario: la mayoría de sus actos me parecen absolutamente reprobables y si de mí dependiera sería el último rey de España, pero los insultos dirigidos a su persona son una patada a todos los españoles propinada en las reales posaderas y nuestro desgobierno no exige las oportunas explicaciones, convirtiéndose en cómplice de la ofensa.
Será todo producto de la ingesta masiva de la cocaína con la que se lucran las FARC y del ron caribeño?
Mucho me temo que no es el caso, sino que se sabe que nuestro desgobierno nos hace pasar por tontos y no tendrán la respuesta adecuada, o como mucho Chávez será invitado a Marivent

en cuanto diga que el locutor en cuestión era un humorista y ha sido reprendido por hacer chistes malos.