sábado, 23 de enero de 2010

Asimetría materia-antimateria

Hemos dicho anteriormente, que nuestro universo surgió de esa ínfima diferencia entre materia y antimateria (1 parte por cada mil millones), pero la teoría nos dice que ambas debieron surgir en iguales cantidades. Pues tenemos un problema. Cómo demonios surgió tal asimetría?
Vamos a verlo continuación.
Corría el año 1967 cuando el gran físico ruso Andrei Sajarov




(famoso, además de por sus contribuciones a la ciencia,padre de la bomba de hidrógeno soviética, por su oposición al régimen comunista, por lo que se le concedió el premio Nobel de la paz) se percató de que en los primeros momentos tras el Big Bang debieron darse interacciones entre partículas que hoy en día ya no se dan, o son tan débiles que no se han detectado con nuestro nivel técnico., y además debían darse otras dos sutiles condiciones:
1- Apartamiento del equilibrio térmico. En teoría toda la pelotita de tenis famosa debía tener idéntica temperatura en todas partes, pero, en la realidad, ciertas regiones de la pelotita tenían leves diferencias de temperatura (diferencias de milmillonésimas de grado, absolutamente imperceptibles para nosotros).
2-El tiempo tiene que tener una dirección. Es lo que se denomina la flecha del tiempo.




Nuestra experiencia cotidiana nos dice que si se nos cae un vaso y se nos rompe, éste no se recompone por sí solo. Nunca hemos visto que los pedazos vuelen por el aire y surja un vaso entero sobre la mesa. El pasado es el vaso intacto, el futuro los fragmentos que quedarán tras la caída.
A niveles fundamentales, las leyes del movimiento no parecen distinguir entre el pasado y el futuro. Pongamos un ejemplo clásico: Si filmamos una bola que se mueve sobre una mesa de billar, podemos poner la película hacia atrás y no veremos nada extraño. En realidad, nadie puede saber si la película va hacia delante o hacia atrás. Si se invierte el sentido de la película, la bola regresará al lugar de donde partió. Todas las leyes de la física que funcionan a escala humana funcionan de esta forma, por lo que durante muchos años los físicos

creyeron en la llamada “simetría invertida del tiempo”.
Pero nuestro experimento no obtiene los mismos resultados si lo repetimos con varias bolas.  Si ponemos un grupo de bolas en orden y las desperdigamos golpeándolas con otra, al pasar la película hacia atrás, todo queda ridículo: surge el orden espontáneamente y por azar.
Así que los físicos 




(esos señores con mucho tiempo libre y muchas ganas de fastidiar al prójimo con sus inextricables ideas) realizaron experimentos con unas partículas rarísimas denominadas “piones” y “kaones” y demostraron que la “simetría invertida del tiempo” no se daba en la naturaleza.
Y así surgió esa ínfima diferencia entre materia y antimateria, resuelta a favor de la materia, y por lo tanto nosotros mismos: de pequeñísimas fluctuaciones térmicas e interacciones asimétricas entre partículas fundamentales rarísimas.
Todo esto es extraordinariamente complejo y precisaría abundar prolijamente en el tema, pero mi objetivo es atraeros al conocimiento y la investigación, aficionaros al tema, y éste asunto es de los que producen un rechazo natural cuando son tratados con detalle (esto es una pesadilla, o el sueño de un loco, no os perdáis este enlace, que los hay peores).


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