Avance informativo.

Damas y caballeros, queridos radio oyentes, les habla Paco Dislates desde Radio Tontería.
Desde que dimos en primicia la noticia de que el juez Vito Garzone había sido propuesto por sus colegas del Tribunal Superior para la concesión de la Gran Cruz de San Pascual Estevillón, han sido muchos los oyentes que se han puesto en contacto con nuestra cadena pidiéndonos que les aclaremos el origen de tal condecoración, la más alta que se puede conceder a un juez en activo. Accediendo a los deseos de nuestra audiencia, nuestro equipo de investigación ha puesto manos a la obra y he aquí el resultado de su trabajo.

Pascual Estevillón fue un muy notable y sabio jurisconsulto, que ejerció su cargo con rectitud, independencia de juicio, simpar destreza y más que notable sabiduría a finales del siglo pasado en Catalufandia. Tal era su prestigio y tan universal su fama, que fue propuesto por Convergencia y Desunión para ocupar un cargo en el Consejo General del Joder Judicial, cargo que ejerció con gran dignidad y su habitual brillantez, redundando su labor en el acrecimiento del prestigio del órgano judicial. 
Finalizada su labor en el Consejo regresó a Catalufandia en loor de multitudes, donde continuó ejerciendo su jurisdicción, impartiendo justicia con rigor, ecuanimidad y recto uso del derecho. Al cabo de unos años, estropeada su salud por la enormidad de sus trabajos, se retiró a una apartada ermita para dedicarse a la oración y la meditación.

Ermitan de San Pascual Estevillón

Más su rigor no le impedía ser compasivo y caritativo con los más débiles, con todos aquellos que habían llegado a delinquir llevados por la necesidad o en un arrebato de locura.
Veamos algunas muestras de su manera de impartir justicia:
J.P. fue sorprendido a la salida del súper mercado habiendo sustraído 2 latas de sardinas y una barra de pan. Alegó en su defensa que era padre de tres hijos menores, que tanto su mujer se encontraban en el paro desde mucho tiempo atrás, y habían agotado el subsidio de paro, dejando a 0 su cuenta corriente, por lo que en la actualidad tenían cortados el agua, la luz y el gas. Según J.P. su familia pasaba hambre, y aunque le avergonzaba robar, algo tenía que hacer para alimentar a su familia.

 El ciudadano J.P.

Tras larga reflexión y ponderar adecuadamente los hechos, condenó a este vil sujeto, un ladrón sin entrañas que con sus robos estuvo a punto de provocar la quiebra de innumerables establecimientos de alimentación, a 30 años y 1 día de reclusión mayor sin posibilidad de redimir la condena, embargó la vivienda del avaro delincuente para resarcir a los comerciantes y expulsó de Catalufandia a la familia del canalla.
Justa decisión sin duda.

 El ciudadno L.P.

L.P. era un probo empresario del sector textil que un mal día fue denunciado por su socio, acusándole de haber desfalcado a la sociedad una cantidad de varios cientos de millones, provocando el cierre de la firma. Por si esto fuera poco, también le acusaba de haber violado a su hija menor y prender fuego a una residencia de su propiedad. El juez Estevillón estudió las pruebas y se reunió con el acusado.
-Cómo se declara Ud.
-Culpable señoría, y muy orgulloso de serlo. Quinientos millones en un paraíso fiscal, una niña de 10 años salvajemente desvirgada y traumatizada de por vida, lo único que le quedaba a ese cabrón, reducido a cenizas...Qué más se puede pedir?
-Estupendo. Veo que es Ud. un pilar de nuestra sociedad, un ejemplo para la ciudadanía. Todos debemos aprender de Ud. Está claro que su socio sólo ha querido difamarle. Yo que Ud. me tomaría unas largas vacaciones en la isla de Aruba para reponerse de los sufrimientos padecidos debido a la injusta acusación de sus socio.

Isla de Aruba, mar Caribe

Por cierto, le sugiero haga una generosa contribución a cierta organización caritativa que realiza su labor con gran discrección y sigilo y que me asiste en mis necesidades. Aquí le apunto mi número de cuenta, perdón, el de la organización, en un banco de las Islas Caimán. Una vez hecha su contribución a la causa dictaré la sentencia que le absuelve completamente de todos los cargos y reprenderé severamente a sus socio, quien cargará con las costas del juicio.

 

-Desde luego señoría. Permítame que llame al director de mi banco para dar la orden de transferencia. Hecho. Ya tiene su señoría el dinero, perdón, quise decir la organización. Es Ud. un hombre sabio y justo, como yo ya suponía, que todo el mundo se hace lenguas.
-Ya he firmado la asentencia. Dura lex, sed lex.
Y con miles de sentencias como éstas que les hemos resumido, Pascual Estevillón se hizo acreedor de condecoraciones y reconocimientos. Fue subido a los altares, aún estando en vida, en cuanto el Papa se enteró de la bondad de este sabio jurisconsulto
Y este es el origen de la condecoración denominada Gran Cruz de San Pascual Estevillón.
Espero haberles hecho ameno este relato, sres. radioescuchas. Les habló Paco Dislates desde Radio Tontería. Seguiremos informando.
Sintonía de informativos.