Consecuencias.

Estamos asistiendo en estos días a las consecuencias de unos actos que se remontan a apenas 6 años atrás.
Entre los días 11 al 14 de marzo de 2004 asistimos en España a un golpe de estado de diseño.
Primero fueron las bombas en las estaciones, posteriormente la manipulación informativa y el agit-prop, la creación de pruebas falsas respecto a los autores, la manipulación y destrucción de las pruebas que podrían identificar a los culpables, la culpabilización del gobierno de Aznar, el cerco y las agresiones a los militantes y candidatos del PP, y por fín el día de las elecciones, celebradas en un ambiente crispado que no se hubiera consentido en ningún país civilizado del mundo.
Llega al gobierno ZP, con una exigua mayoría, por lo que necesita los votos de la extrema izquierda y de los nacionalistas periféricos para gobernar, lo que le viene de perlas para sus propósitos, pues le da la excusa para llevar a cabo sus proyectos enmascarándolos en la necesidad de satisfacer las demandas de sus socios parlamentarios.
Comienza diciendo que España es un concepto "discutido y discutible": pues entonces para qué quiere gobernar semejante engendro?
Esa es una idea coherente para los nacionalistas disgregadores y separatistas, pero no para el presidente del gobierno de España!
Al poco tiempo comienza a mostrar sus cartas:
1-Negociación con ETA.
2-Nuevo estatuto de autonomía de Cataluña.
Cuál es el objetivo real del nuevo estatuto catalán?
Mostrar a ETA que pueden conseguir sus objetivos independentistas sin pegar un solo tiro más. Basta con disimular un poquillo: de derecho siguen perteneciendo a España, pero de facto son independientes, siguen recibiendo apoyo económico y pueden mangonear a su antojo en la política del resto del estado. 
Qué más pueden pedir?
A cambio, dejan de matar, se les legaliza nuevamente, siguen cobrando de los presupuestos, y ya obtendrán la independencia de pleno derecho cuando el resto de la nación española se haya cansado de aguantar a estos gorrones.
A cambio ZP se inviste con el título de Gran Pacificador que acabó con ETA.
La izquierda española, que odia España desde que perdió la guerra del año 36 (único país europeo que no sucumbió al estalinismo), consigue su objetivo: destruir España.
Pero para esta maniobra hacen falta cómplices, pues el estatuto catalán es ANTICONSTITUCIONAL, NO SOLO INCONSTITUCIONAL, de principio a fin.
Para ello se necesita un tribunal que trague con todo aquello que le pongan, y para eso lo dirige una señora cuyo marido cobró del gobierno catalán para que les asesorase, lo que en todo país civilizado le hubiera impedido formar parte del tribunal juzgador.
Se necesita una oposición silente, que si bien hizo mucho ruido al principio de la tramitación, ha ido perdiendo fuelle y ya se suma con entusiasmo a lo que sea a ver si le regalan algún cargo.
Para esto se necesita un jefe del estado, que sea eso: jefe del estado, no jefe de la Nación.
Para esto se necesita un pueblo catatónico, adormecido, lanar, pastueño, borracho de júrgol y telebasura, donde las putas sean las reinas de las televisiones. Arrasado moralmente, civilmente, políticamente. Desesperado porque sus anhelos no encuentran respuesta en sus gobernantes.
Un pueblo egoísta, soberbio, ignorante, acrítico, arruinado cultural, moral y económicamente.
Y durante 6 largos años ZP y sus mariachis se han aplicado con denuedo a la consecución de sus objetivos.
En estos días han acelerado el proceso ante la perspectiva de perder el poder.
Por fín han logrado que el tribunal constitucional declare que el sol sale por el oeste y legalice semejante engendro.
La nueva negociación con ETA, a fin de conseguir su legalización, hace ya tiempo que ha comenzado, con mucho disimulo, para que vaya calando poco a poco en la sociedad, anestesiándola para que no proteste, y ahora ya tienen un arma para negociar: os daremos un estatuto como el catalán. Podréis pactar con nosotros como si fueséis Esquerra Republicana, ocupar cargos y poltronas, manejar a vuestro antojo presupuestos... Y juntos podremos echar a los españolistas de Euskadi!
Valencia y Galicia ya han comenzado a pedir que sus estatutos de autonomía se igualen al catalán. Pronto seguirán el resto.
Los encargados de velar por la seguridad jurídica, por la vigencia de la legalidad, por la unidad de España, han sido los primeros en traicionar sus obligaciones.
Y el jefe de la supuesta oposición, diciendo que le parece bien, que esa es la sentencia de los tribunales y la acata. Como si la cosa no fuese con él. Como si no estuviese traicionando a sus votantes.
Padecemos una casta política que se perpetua en el tiempo, mande quien mande y sea cual sea el régimen político, monarquía, república, dictadura y lo que venga. Sólo desean gozar de las mieles del poder y servirse del pueblo español.
Asco dan.
Repugnan su hipocresía, su ineptitud y su corrupción.
Vivimos tiempos aciagos, pero todo puede empeorar y empeorará.
Guillotina.