Con motivo de la celebración del campeonato mundial de fútbol hemos conocido cosas muy curiosas:
la geografía sudafricana, la existencia de las vuvuzelas dichosas, el nombre de un balón llamado jabulani (que al parecer no gustaba a nadie), y la existencia de un pulpo llamado Paul, que al parecer ejerce de pitoniso con prodigiosas aptitudes, pues no falla nunca en sus predicciones.
Además nos ha servido para conocer el grado de cursilería, estulticia y gilipollez de nuestros compatriotas.
Viene todo esto a cuento, porque de no haberlo oído personalmente, no me lo hubiera creido.
El sábado pasado, unas 20 horas antes de la celebración de la final del mundial de marras me encontraba cenando con Lady Aspirante de Myhouse en un restaurante gallego, donde el plato fuerte es (como no puede ser de otra forma en un restaurante gallego) el pulpo a feira, o a la gallega, como Uds. prefieran.
Disfrutando de este manjar (en ese establecimiento lo preparan con gran acierto) nos encontrábamos Lady Aspirante y un servidor cuando una joven damisela pasó a mi espalda, acompañada de su familia (es un suponer, pues la acompañaban un varón y dos niños de corta edad), y dirigiéndose tiernamente a los infantes les espetó:
-Hoy, por respeto a Paul, no comeremos pulpo.
Tierna estampa, mientras le niega el manjar.
Boquiabierto, ojiplático y cariacontecido me quedé. Mudóme la color y mi rostro se tiñó de rubor al escuchar semejante gilipollez.Hasta qué extremos de degradación intelectual y cursilería, de corrección política, de estupidez ha caído la ciudadanía estepaisoleña, es algo que dejo a su análisis y valoración.
A mí me pareció insoportable tanta tontería.
La única duda que albergo es si debí llamar en ese instante a la Guardia Civil (en esa localidad es la encargada del orden público) y denunciar a esa mujer por malos tratos a la infancia.
Por supuesto, Lady Aspirante y yo seguimos disfrutando de tan suculento condumio.
Batimos el récord universal de tontos por metro cuadrado, y nuestros esfuerzos por erradicar tal plaga resultan vanos.
los excesos es lo que tienen...si mal no recuerdo retiraron una campaña publicitaria de bombones porque se llamaban "Prestige" cuando lo del puñetero barco, pero esto es como lo de los eufemismos correctitos, y tampoco estoy a favor por ello de hablar a base de barbaridades...los españoles "semos asín", excesivos para lo bueno y lo malo y en ambos sentidos (y no soy de "centro" ¿eh?)
ResponderEliminarSeguro que esa dama, Aspirante, era ROPONA. Profesión en la que proliferan por exceso las tontas tontas tonti-locas.
ResponderEliminarYa me he reído un rato con tu post, amigo.
ResponderEliminarDesde luego debiste llamar a la G.Civil,jajaja.
Hay un dicho que dice así:
¡Coño!,todo el año matando tontos y cada día salen más. Nos están acostumbrando desde pequeño a tonterías y así estamos.
Un abrazo cordial.
Pues por el pulpo ese quieren pagar en Galicia 30000 euros, ¡hay que ver como están las cabezas!...
ResponderEliminarPor cierto, solo te ha faltado el dichoso Waka Waka, que se me ha grabado a fuego en la cabeza y siempre que recuerde este Mundial, ahí estará la dichosa cancioncita.
Lo peor del asunto es que esos tontos también tienen voto; así nos va.
ResponderEliminarVer esa foto del pulpo a estas horas no tiene perdón de dios Aspirante. Quedeme con el culo torcido al leer semejante acontecido, Bwana de de lleno en el asunto, y ante tu duda de si llamar a la guardia civil, pues sí, pero yo no la habría llamado, habrían sido otros cuando me hubiese girado 180 grados, hubiese levantado mi pierna y le hubiese dado una patada en todas las muelas a la impresentable.
ResponderEliminarY cuando estuviese sangrando en el suelo, llorando y con los dientes diseminados por el restauarante, seguramente preguntarían sus hijos ¿por qué?, por gilipollas hijos, por gilipollas.
Pues no sé si decirte que algo de razón tenía esa moza. Yo no sé si debería prohibirse comer pulpo y abrirse la veda de comer político.
ResponderEliminarPropongo al pulpo Paul para Ministro, que tiene varios cerebros y algunos ministros no tienen ninguno.
Desde luego es un fiel reflejo de hasta dónde llega la estupidez en este país antes llamado España, muestras de esta escasez mental las tendremos que soportar durante semanas.
ResponderEliminarSaludos
Querido Aspi, debiste cerciorarte antes de si la susodicha, llevaba también calzado. Lo más seguro es que la susodicha no fuera descalza !Vaya a pisar una mierda!...¿Por lo desagradable?...No te engañes, por respeto al zapatero, ya sabes como son las mujeres.
ResponderEliminarMaribeluca:
ResponderEliminarCuánta razón tienes!
Somos excesivos, en lo bueno, en lo malo y en lo cursi.
Porque no me negarás que hay que ser cursi para dejar de comer pulpo por el tal Paul!
Sr. Tellagorri:
ResponderEliminarPues nada me extrañaría, que en la zona en la que estaba abundan mucho los funcionarios de cierta posición. Y desde luego, semejante gilipollez sólo está al alcance de alguien con capacidad y costumbre de dictar sentencias lapidarias.
E.P.:
ResponderEliminarYo procuro exterminar todos los días un buen puñado de tontos, pero se reproducen más que las cucarachas y así no tengo forma de acabar con ellos.
Soldado:
ResponderEliminarDesconocía yo que se pagara tanto por un pulpo, y eso con la crisis, que si no ya estaríamos hablando de 3 millones o más!
No mientes el Waka Waka! Más pesao que la vuvuzelas esas de las narices!
Objetos sacrílegos!
Bwana:
ResponderEliminarNo es sólo es malo que tengan derecho a voto, sino que lo peor es cómo educan a sus vástagos, quienes algún día podrán votar!
Con semejantes espantos tenemos a ZP hasta que se muera!
Isra:
ResponderEliminarBuenas ganas me dieron de dejarla sin dientes, para que no comiese pulpo ese día ni ningún otro.
Pero pensé que al romperle los dientes podía mancharme de sangre los zapatos y los pantalones, y eso sí que no!
Por si esto fuera poco, Lady Aspirante al ver semejante espectáculo de sangre, babas y dientes rotos podría haber sufrido un desmayo, que es muy sensible para esas cosas.
Bucan:
ResponderEliminarEl pulpo a la gallega, a la vinagreta o como sea está muy rico si está bien cocido. Así que seguiré comiendo pulpo, aunque a alguno de su especie lo hagan ministro.
Lo de comer ministros me da un pelín de asco. Conformémonos con llevarlos al matadero y que sus despojos sirvan de abono en un macizo floral.
Y los huesos para los perros!
Caballero ZP:
ResponderEliminarEn Estepaís no se puede otorgar el premio tonto del año, ni tan siquiera del minuto, pues siempre hay alguien que hace una gansada más grande al instante.
Un saludo.
Querido Charneguet:
ResponderEliminarEsta lo mismo es de la secta esa que cuando van andando van pidiendo perdón por los insectos que pudieran aplastar durante su caminata!
Con un nivel de estupidez tan alto, cualquier cosa es posible.
Por cierto, una pregunta:
por qué las mujeres respetan a todo el mundo excepto a sus maridos?
Pues yo no le veo mérito al pulpo ese. En españa con la de adivinos y rapheles que hay no dejaría de ser, si lo traen, un friki más.
ResponderEliminarAsí que mejor que se quede en Alemania que serán con él más respetuosos. Aquí sólo lo perseguirán paparazzis para hacerle fotos en pelotas.
La verdad es que se han pasado unos cuantos pueblos con el susodicho... Como anécdota puede ser hasta simpática pero otra cosa es poner al pulpo hasta en la sopa.
ResponderEliminarP.d. Los que me parece que pueden estar pensando en merendárselo son los propios alemanes. Pero como no son tontos también pensarán que el euro es el euro y no están los tiempos para tirar.
No seas mal pensado, aspirante. Está claro que los niños de la interfecta, y vete a sabar si el marido también, querían comer pulpo. A ella, que no le gusta tanto ni el producto ni el precio, le pareció una buena manera de cortar el asunto de raíz, astuta ella. Y le salió bien.
ResponderEliminarDams:
ResponderEliminarSin duda alguna en Alemmania le respetarán más, aquí son capaces de llevarlo de comentarista a la Noria o algún otro repugnante espectáculo televisivo.
J.F.:
ResponderEliminarDesde luego que se han pasado.
Los alemanes no son tontos, y si les sacuden 300.000 euros por el bicho desde luego que lo venden, y compran un buen número de ellos para comérselos, merendarlos y cenarlos.
Aquí le levantaremos un santuario y las masas acudirán en peregrinación.
Inisfree:
ResponderEliminarTodo puede ser, pero si no quieres comer pulpo para qué vas a un restaurante de comida gallega?
Además, en ese caso sería una dictadora de tomo y lomo: si ella no quiere comer que no lo haga, pero deje disfrutar a la familia.
Al marido le entiendo: mueven más dos ... que cien carretas, pero los niños se le debieran declarar en huelga de hambre.
Acabo de leer el amable recado, poco me conoce ud. si piensa que me escondo, pero en fin.
ResponderEliminarLo que pasa, simplemente, es que miré tu blog, encontré un artículo sobre pulpos... y no pasa nada, simplemente que no me apetece opinar sobre cefalópodos.
Pero no se ponga ud. nervioso, que en cuanto haya un tema que despierte mi interés, lo comentaré amablemente.
Jorge:
ResponderEliminarBienvenido al infierno.