viernes, 7 de mayo de 2010

Las penas

En diferentes épocas históricas y según las costumbres locales se han aplicado diversos tipos de penas, así no era extraño que se aplicaran castigos físicos como los azotes, e incluso la amputación de miembros. 

El destierro era otro tipo de castigo muy aplicado en la antigüedad, preferentemente aplicado por motivaciones políticas.

La pena de muerte se aplica desde la más remota antigüedad, habiendo sido abolida en muchos países en la actualidad. Esta pena sigue suscitando encendidos debates legales y morales, y según los países se aplica a los más diversos delitos y de las más variadas formas (el simple arte de matar excita la imaginación y el talento de los artistas ejecutores).

En USA se aplica a violadores y asesinos y se siguen diversos procedimientos.
En los países árabes se administra según la sharia (ley islámica), por lo que incluso una mujer supuestamente adúltera puede morir lapidada, un homosexual ser ahorcado en un campo de fútbol y otras barbaridades similares. 

En China la pena capital se aplica por muchos delitos, incluidos los políticos, pues se trata de un país comunista. Allí prima la economía: el ejecutado recibe un disparo en la nuca y el cartucho debe pagarlo la familia del ejecutado.


Antaño eran muy frecuentes las condenas a trabajos forzados, y los reos se veían abocados a remar en galeras, abrir caminos, talar bosques, tender vías ferroviarias o limpiar campos.
La constitución española vigente prohibe la pena de muerte y los trabajos forzados, por lo que las penas se reducen a penas privativas de libertad, multas económicas, arrestos de fin de semana, alejamiento de la víctima, y la supresión del sufragio activo y pasivo, es decir la imposibilidad de votar y de ser elegido para cargo público. Además se supone que la pena debe de estar destinada a la reinserción social del delincuente, para que a la salida de la prisión no vuelva a delinquir y se integre en la sociedad pacíficamente y llevando una vida "normal".
Son efectivas las penas que se imponen a los delincuentes?
En mi humilde opinión, depende más del tipo de delincuente que de la pena misma, por grave que ésta sea.
Me explicaré.
Hoy en día dar positivo en un control de alcoholemia en la carretera puede ser considerado delito en función del grado alcanzado.
Pepe P. ha ido a la boda de su hijo, ha bebido pero no está borracho y se marcha a su casa en su coche. Pepe P. no pretende delinquir ni causar daño alguno a nadie, pero se ve sometido al test y da positivo. Al haber sobrepasado el límite considerado delito los agentes proceden a su detención y puesta a disposición del juez, que instruye las diligencias, se le juzga y es condenado a una pena de prisión, además de la multa y de la privación del carnet de conducir.
Obviamente Pepe P. se reinsertará automáticamente una vez puesto en libertad. Nunca tuvo intención de delinquir. Él siempre fue un ciudadano trabajador y ha cometido un error.
Juanito G. es un adolescente que se ve tentado en unos grandes almacenes por la supuesta facilidad para apropiarse de unas zapatillas de elevado precio que sus padres no le pueden comprar. Nunca ha hecho nada parecido. Es sorprendido en su acción y pasa a disposición de la policía y puesto a disposición judicial por su falta de hurto. Humillado, avergonzado y temiendo más el castigo de sus padres que el del juez, seguramente no vuelva a hacer algo parecido. Quiere volver a su instituto, olvidar la pesadilla vivida y no deseará otra cosa que la que pueda obtener honradamente.
Juan H. tiene un mal día. Llega a su casa y discute con su vecino del 3º porque le ha provocado una humedad en su domicilio y el vecino se niega a dar parte al seguro para que haga las reparaciones, la discusión sube de tono y llegan a las manos. 
Juan H. es un hombre fornido, empuja a su vecino que cae por las escaleras y se lesiona gravemente, permaneciendo ingresado en el hospital varias semanas. No era su intención provocar tales daños, pero ha cometido un delito de lesiones, según el abogado de su vecino un intento de homicidio.
Obviamente Juan H. saldrá de prisión destrozado, arrepentido de su acción, y se pensará mil veces el hecho de empujar a nadie. Tratará de rehacer su vida.
Podría inventar mil casos más de personas normales y corrientes, ciudadanos observantes y cumplidores de la ley que un buen día se convierten en delincuentes y sufren penas privativas de libertad, económicas y lo que conlleva el ser condenado por los tribunales:
pérdida del empleo, gastos de abogados, depresiones....
No es necesario explicar porqué este tipo de personas saldrán de prisión reinsertados plenamente en la sociedad: nunca tuvieron ánimo de delinquir, circunstancias varias e incluso involuntarias les llevaron a violar diversos artículos del código penal y a hacerse acreedores del reproche social y de un castigo, habiendo cumplido su pena nadie debe mirarles con desprecio ni con horror. Cualquiera podríamos estar en su lugar.
Pensemos en esto mientras juzgamos a nuestros semejantes, pues está claro que la prensa se hace eco de los hechos más escabrosos y olvida interesadamente darnos detalles que pudieran servir para comprender mejor lo ocurrido.
Rafael H.P. lleva muchos años delinquiendo. Empezó con pequeños hurtos en supermercados, continuó con el robo de vehículos y trapicheó con drogas para costearse su adicción a las mismas. Cada nueva condena es una medalla que luce con orgullo. Conoce el código penal mejor que su abogado. Por fin comete un delito de sangre, lo que le da fama de hombre duro y curtido. Entra en prisión orgulloso de su hazaña. Por fin es temido y respetado.
Saldrá de la cárcel con el ánimo dispuesto a correr nuevas aventuras delictivas. Simplemente quiere vivir del delito. La prisión es para él un accidente. Sabe que antes o después volverá a cumplir condena. Es su forma de vida. La prisión es su verdadero hogar.
No se reinsertará nunca, por muchas oportunidades que se le den.
Borja M. es un abogado de postín, con varios masters cursados en universidades estadounidenses. Experto en derecho mercantil y societario, paraísos fiscales, sociedades off shore y legislación fiscal. Blanquea el dinero de un conocido cártel de la droga y lo sabe. Obtiene pingües beneficios. Cuando empezó a tratar con esta gente tuvo sus dudas y reparos, pero lo abultado de los beneficios disipó sus dudas. Calculó riesgos, beneficios y costes. Sabe que si le atrapan pasará un tiempo en prisión, pero como no tiene puesto a su nombre ni la camisa que lleva puesta no perderá ninguno de su bienes, y cuando salga podrá disfrutar de las riquezas acumuladas.
Este sujeto no necesita reinserción de ningún tipo. Ha hecho un negocio y está dispuesto a aceptar los riesgos, es decir, a pasar un tiempo en prisión. No volverá a delinquir, puesto que ya no le hace falta ganar más dinero. Vivirá de las rentas.
Pablo E. G. Nació en Sinaloa (México), desde niño vio cómo los narcos se enriquecían a su alrededor y disfrutaban de la vida, por lo que cuando llegó a la adolescencia se unió a una banda de narcos y comenzó su carrera en la organización, ganándose el repeto de sus semejantes a sangre y fuego. Hoy dirige una organización con terminales en USA, España, Turquía y conexiones con las mafias rusa e italiana. Aparentemente intocable nadie se atreve a testificar en su contra, por lo que cumple condena por delito fiscal y otro de tenencia ilegal de armas, pues llevaba una escuadra fajada al cinto en el momento de su detención. Sigue gobernando su organización desde la cárcel, donde vive a cuerpo de rey gracias a los sobornos que prodiga a los funcionarios, que le proporcionan todo aquello que necesita, desde alcohol a mujeres.
Sin reinserción, traficó, trafica y traficará. Considera la prisión como una molestia necesaria, una especie de impuesto que ha de pagar.
Genaro P.B. es un pobre diablo que obtiene satisfacción violando a mujeres indefensas, a las que asalta a las entradas de sus viviendas o en paradas de autobús aisladas y cercanas a descampados. En prisión toma su medicación y es un preso modelo, llegando incluso a mostrar arrepentimiento.
A su salida de prisión deja su medicación y revive sus fantasías, no tardando en escoger una nueva víctima para dar rienda suelta a sus deseos.
Imposible reinsertarlo. Su perversa naturaleza le lleva a delinquir.
Josu T. es un asesino inmisericorde con más de veinte muertes a sus espaldas. Fanático, frío y despiadado. Para él la cárcel es un sacrificio más que debe arrostrar por la causa. Se considera un héroe y la pena impuesta es parte del martirio. Sus seguidores elogian su comportamiento, y a su salida le espera un puesto bien retribuido en el ayuntamiento de su pueblo.
Imposible reinsertarlo, pues no se considera delincuente y se cree merecedor de honores y privilegios. Si es preciso volverá a matar. Si se aparte de la actividad terrorista es porque es muy conocido por la policía y podría quemar rápidamente a sus contactos. Su cese en la a ctividad terrorista se debe a motivos tácticos, no a su arrepentimiento.
(Continuará)

19 comentarios:

  1. La ley judicial en España debería reformarse para que los presos realizaran trabajos que fueran utiles a la sociedad, aunque para los casos de delincuentes por naturaleza se debería aplicar la condena perpetua, y algunos otros (como puede ser el caso de los miembros de ETA mas sanguinarios) deberían de ser ejecutados por la seguridad de los ciudadanos honrados.

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  2. Jopé que buen post compañero si el anterior era bueno este no queda
    atrás.
    La verdad es que estoy encontra de la pena de muerte, será porque soy
    un blando solo de pensar en ello ya me asusta. Se dierón casos de gente ejecutadas que después se demostró que eran inocentes después
    de ejecutarlas, esto por ejemplo en la época franquista ya hubo casos.
    Los yanquis y otros paises que tienen la pena de muerte ya hubo casos
    también, casos ocultos que no salen a la luz, pero están ahí.
    Es toda una contradición que se luche por la vida y al mismo tiempo estemos a favor de la pena de muerte, la verdad no lo entiendo. Pero respeto las ideas ya que cada uno es libre de pensar lo que quiera.
    Si estoy a favor de la cadena perpetua integra y al trabajo forzado esto en muchos de los paises es un buen resultado en el cual pagan la comida que se comen y pagan a la sociedad su fuera de ley.
    Como bien dices cualquier ciudadano honrrado puede delinquir por circustacias involuntaria y en eso nos vemos todos como en la salud y en la enfermedad.
    Simplemente no poder pagar la pensión a tu hijo y te denuncie tu ex ya has echo delito y parece una tonteria pero a mucho han llevado a la cárcel siendo tan honrrado como los demás.Nunca bebes un dia te tomas un par de cervecillas tienes un accidente y ya está la liaste por muy honrrado que seas.
    El delincuente bien violador, asesino, terrorista o cualquiera que está más comodo en la cárcel que en la calle si estubiera a gtrabajos
    forzados y esis tiera la perpetua te aseguro que más de uno se pensaria en delinquir mientras en la pena de muerte lo aprovecharian
    más de uno como una forma de suicidio y quitarse del medio.
    De todos modos es un tema muy dificil de tratar ya que las opiniones e ideas son muy dispares.
    Si hace falta una reforma de ley judicial porque la que hay ahora es un desiquilibrio total en la cual algunos que no tenian que entrar en tran y los que no tenian que salir salen, en fin como dije antes es un tema dificil de tratar y más si no se sabe de leyes.
    Saludos cordiales y buen fin de semana.

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  3. Yo, por mi parte, puedo entender los argumentos de los opuestos a la pena de muerte, sin embargo, soy un defensor de la misma.
    Casualmente, en las últimas fechas, los pasados 22 y 30 de abril, publiqué unas entradas en mi blog en este sentido.
    Siempre insisto en que no apoyo una aplicación excesiva de esta sentencia, en que se puede reducir a perpetua en muchos casos. Pero en otros no.
    En mi opinión se trata, simplemente, de que la Justicia haga justicia.

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  4. No me extraña el éxito económico chino a pesar de ser comunistas, un poco raros eso sí, ya que con eso de la bala demuestran ser muy prácticos. Coste cero.

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  5. Soldado Vikingo:
    Muy de acuerdo con tus apreciaciones. Iremos matizando poco a poco, en otro post.

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  6. E.P.:
    Es un tema difícil como muy bien dices pues no es lo mismo ser víctima que familiar o allegado de un delincuente.
    He tratado de dejar bien claro que cualquier ciudadano puede delinquir, por lo que no debemos pedir alegremente penas elevadísimas.
    Hay que estudiar las circunstancias de cada cual para hacer verdadera justicia.

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  7. Inisfree:
    Te doy mi más cordial bienvenida a este blog.
    Yo también soy partidario de la pena de muerte, pero con condiciones muy rigurosas en su aplicación, y siempre y cuando no haya la menor duda de la culpabilidad del sentenciado, pues los daños son irreparables.
    Ante la menor duda, por pequeña que sea, prisión y que prosigan las investigaciones, pues los errores judiciales son frecuentes.
    Pasaré por tu blog para conocerte.
    Recibe un saludo.

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  8. Dams:
    Eres un cachondo en toda regla, pero yo creo que esa costumbre viene de la miseria del comunismo, que no les permitía gastarse los dineros en ejecuciones como Mao manda.
    O lo mismo es que los catalanes tienen la fama y los chinos cardan la lana.
    Que el yuan es el yuan.

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  9. Con su permiso Sr.Aspirante.-Si verdaderamente hubiera una justicia universal consuetudinaria, que tuviera los principios de reciprocidad,de proporcionalidad de las penas, y sobre todo de legalidad, y de igualdad ante la ley, quizas los ciudadanos seriamos mas receptivos a su cumplimiento; dicho esto, en las sociedades mal llamadas democraticas, donde los poderes publicos estan dirigidos por individuos estupidos, que hacen de la ley un negocio, importandoles poco el fin para el que se hacen, la igualdad de los ciudadanos ante sus semejantes.Todos somos iguales ante la ley??, pues no, no lo somos mientras tengamos unas leyes que midan mas la posicion que cada uno tiene en la sociedad, que la posible falta, o delito cometidos, si puedes pagar lo tienes mejor que, el pobre indigente que entro en una panaderia intentando robar una barra de pan, pero la dependienta le sorprendio y en el tira y afloja el hombre solo pudo llevarse media, y fué condenado a una pena de 6 meses por robo con violencia( caso real).Si hubiera verdadera justicia, no seria necesaria a mi parecer la pena de muerte, pero para eso, tenemos que elegir mejor.
    un saludo

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  10. Manuel, si bien es cierto lo que planteas, no sigo el hilo hasta la conclusión que alcanzas.
    En mi opinión, si hubiera verdadera justicia, deberíamos aplicar en ocasiones la pena capital. Quizá mi opinión viene de que yo no lo encaro como una necesidad, sino como una consecuencia. La Justicia debe ser eso. La aplicación legal de la sentencia adecuada al delito cometido.

    Aspirante, estaré encantado de que te pases por mi humilde blog. Lo estrené recientemente y no es, ni de lejos, tan bueno como el tuyo, pero creo, por lo que he podido leer en éste, que convergemos en algunas ideas, que nuestra posición ante ciertas cosas es similar.
    Un saludo.

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  11. lo de los trabajos me parece fetén, es un servicio a la comunidad por sus pecados y de paso hacen ejercicio, se cansan y así piensan menos cosas malas, no es coña, está comprobado...respecto a la pena capital pienso como tú, no lo aplicaría para tantos casos como lo hacen en USA, pero sí en determinados casos muy concretos de terrorismo salvaje o de psicópatas sin remisión (ya sabes, siempre hay algún imbécil progre deseando soltarlos para que se "reinserten" y sigan con su hobby; como dice el Actor Secundario Bob en los Simpson: algún día regresarán los demócratas a la Casablanca, etc"...

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  12. Manuel:
    Muy de acuerdo con todo lo que planteas, pero ciertamente hay ciudadanos que no son en absoluto receptivos a las amenazas del código penal: por pura chulería, por codicia, por un raro sentido de la aventura (otros escalan montañas o se tiran en paracaídas), otros por enfermedades mentales...
    Está claro que el que tiene padrino se bautiza, y el poderoso que cuenta con un buen abogado y apoyos políticos tiene todas las papeletas para salir libre.
    Ni qué decir tiene que tendríamos que escoger mejor a nuestros políticos, pero ese es uno de los defectos de las supuestas democracias: se puede presentar cualquier inepto con buena imagen y puede votar cualquier estúpido. Tendremos que inventar un sistema mejor entre todos.

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  13. Inisfree:
    Creo que Manuel nos plantea un tema muy interesante y digno de debate: la politización de la justicia, las posibilidades de defensa que se ofrecen a los pudientes frente al desinterés de los abogados de oficio, las influencias, los legisladores que hacen leyes que dejan impunes los delitos de "cuello blanco"... En definitiva, la consecución de un orden ideal en el que todos fuéramos juzgados por nuestros hechos y no por nuestra posición social.
    Los Albertos fueron considerados culpables de estafar a sus socios en el caso de la Torres KIO, y tras muchos recursos no entraron en prisión por haber prescrito los delitos, ni tuvieron que compensar económicamente a sus socios. Otros que no hubieran estado cazando con JC hubieran dado con sus huesos en la cárcel y habrían perdido todo su dinero.
    El caso al que Alude Manuel del robo de la barra de pan me gusta menos, pues para mí el delito no lo marca el valor de lo sustraido, sino la violencia ejercida en el acto.
    Me pueden robar 6000 euros sin darme cuenta en un vagón del metro. Son pérdidas económicas, pero mi vida no corrió peligro.
    Me pueden dar dos puñaladas para quitarme 50 céntimos, y me traen al pairo los 50 céntimos.

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  14. Maribeluca:
    No diré yo que sena trabajos forzados como los de antaño, pero sí trabajos productivos que permitieran una justa compensación a las víctimas.
    Hoy en día se imponen muchas penas de cárcel acompañadas de la pertinente imdemnización a la víctima que nunca se cumple por ser insolvente el delincuente, con lo cual sólo se cumple una parte de la pena.
    No te preocupes por la pena capital en USA, que allí es muy criticada y denunciada. Preocúpate por ella en China, la India, los países árabes, etc. donde se aplica con excusas de lo más peregrinas y nadie puede protestar ni hay garantías jurídicas.

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  15. Totalmente de acuerdo con tu post.
    Yo no soy favorable a al pena de muerte, pero sí el cumplimiento integro de la pena,(cadena perpétua) en caso de terrorismo o violación con asesinato.
    Por lo demás la reinseción como máxima es algo quimérico,ilusorio.
    Habrá casos en que sí es posible, pero no desde luego como norma general.
    Y menos aún en un ssitema penitenciario como el que padecemos.
    De todas formas esto entra de un debate aún más profundo que es la teoria penal de la izquierda.
    La política penal y penitenciaria de la izquierda a lo largo de la Historia se sustenta sobre la presunción de las tesis social-marxistas que niegan la responsabilidad individual y tratan de explicar el comportamiento de los seres humanos en función exclusivamente de los condicionantes sociales.
    Esta teoría es el origen de la permisividad con los criminales y la justificación de los terroristas, cuyos actos no serían sino producto de una situación previa de "injusticia".
    Es por eso que los jueces y legisladores de izquierdas no aceptan la culpa individual de un criminal, sino que tratan de exculpar a los criminales y "culpabilizar" a la sociedad en que operan los delincuentes. De estos despropósitos conceptuales, surgen leyes como la Ley del Menor cuyo resultado salta a la vista.

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  16. Aspirante:
    Por supuesto que son muy interesantes premisas para discutir sobre el tema de la Justicia.
    Debemos partir del hecho de que la Justicia es aplicada por personas humanas, por definición, propensas a los errores e, incluso, a dejarse llevar por la subjetividad en muchos casos.
    Dicho esto, mi opinión es que nunca llegaremos a la perfección en la aplicación. Lógico. Los abogados de oficio son peores que los abogados a los que puede acceder alguien con dinero. Más que normal, yo lo calificaría de inevitable.
    En cuanto a los males de la Justicia en España, amén de lo que comento arriba, vienen dados por su politización y nacieron de aquella iniciativa del Gobierno de Felipe González que la oposición, encabezada por Fraga, aceptó.
    Ahí murió, si la había, la independencia judicial en nuestra Nación. Y ahí es donde debe volver, como primer paso para ir mejorándola en lo posible y hasta lo posible.
    La perfección nunca se logrará. Las injusticias existirán siempre. Los errores, también.
    Sólo podemos aspirar a reducirlos...

    Quizá el modelo americano sea el adecuado. Y, aún así, ya sabemos los múltiples fallos que atesora.

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  17. Natalia Pastor:
    Efectivamente, de la posición intelectual de la izquierda, responsabilizando de la criminalidad a la sociedad y diluyendo la responsabilidad individual surgen muchos de los problemas actuales, pues no se enfrenta a la persona con sus actos y se culpa a todos los que le rodean, algo totalmente falso a mi parecer.
    La reinserción me parece loable objetivo, pero en muchos casos es sólo una ilusión que la realidad se encarga de desmentir.

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  18. Inisfree:
    Ya dijo Alfonso Guerra que Montesquieu había muerto, y con él la separación de poderes.
    Efectivamente, la justicia se imparte por humanos, siempre susceptible de errores, pero en muchos casos y porr maquillar las estadísticas de casos resueltos se acusa y condena con pocas y discutibles pruebas.

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  19. son todos unas mierdas!

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